Preguntas y respuestas 

Comisión Doctrinal – International Catholic Charismatic Renewal Services

Anno 2017

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A veces, un sacerdote bendice el agua, el óleo o la sal y luego dice: «Esta bendición es válida para aquellos que están mirando este video» ¿Pueden bendecirse los objetos a través de los medios de comunicación (TV, teléfono, llamadas de video o videos grabados como YouTube)?

No hay respuestas rápidas y certeras para esta pregunta. Existen varias opiniones, lo que refleja el entorno cambiante en el que nos encontramos cuando se trata de la presencia en línea, de las comunidades virtuales, los medios sociales, la transmisión en vivo, y cosas como esas. Para poder responder a esta pregunta de manera satisfactoria, hay diversos temas a tener en cuenta.

El primer punto a tener en cuenta es ¿qué objetos en particular pueden ser bendecidos? La respuesta es que casi todo puede ser bendecido, siempre y cuando no sea algo inapropiado. Las personas han hecho que se les bendigan sus comercios, autos, y hogares, e incluso existe una bendición oficial de las mascotas en la fiesta de San Francisco. Muy a menudo, le pedimos al Señor que bendiga nuestros alimentos antes de comer; Jesús bendijo los panes antes de dárselos a las 5000 personas.

La pregunta en cuestión, sin embargo, hace referencia específicamente a los sacramentales, los objetos que usamos para orar o para la vida espiritual. Los sacramentales, son «signos sagrados […], imitando de alguna manera a los sacramentos» (CIC 1667). Aunque ellos «no confieren la gracia del Espíritu Santo a la manera de los sacramentos, pero por la oración de la Iglesia preparan a recibirla y disponen a cooperar con ella» (CIC 1670).

Los sacramentales incluyen cruces para usar o colgar, imágenes santas, estampas, medallas, escapularios, rosarios, velas, libros de oraciones, y objetos santos similares. Deben ser bendecidos por un miembro del clérigo (un obispo, sacerdote o diácono), porque siempre deben tener alguna forma de uso sagrado. El miembro del cléro puede usar una bendición oficial de la iglesia, o puede bendecir el objeto al decir su propia oración y hacer el signo de la cruz sobre lo que está bendiciendo.

Con respecto a si los sacramentales pueden ser o no bendecidos a través del internet, las transmisiones en vivo, los medios sociales, la TV o de otra manera, hay muy poca orientación disponible. Pero vale la pena mirar el ejemplo del Santo Padre quien, en algunas ocasiones, expresa su intención de bendecir los objetos devocionales tales como medallas y rosarios por la radio, la televisión y el internet, para aquellos que siguen la transmisión en directo. No se puede dar por hecho que sucederá esta intención de bendecir en cada transmisión de una Misa papal; se necesita que sea declarada de manera explícita.

Cuando se trata de una bendición que está grabada y que luego se ve o se escucha un tiempo después, podemos nuevamente mirar al Papa como ejemplo. La Iglesia determina que la indulgencia plenaria que se da por medio de una bendición papal urbi et orbi puede recibirse a través de los medios sociales, pero solo mientras se está realizando la bendición, no luego. Si extendemos este principio a todas las bendiciones de los sacramentales, entonces una bendición tiene su efecto deseado solo para aquellos que participan en tiempo real (ya sea al estar personalmente o a través de la transmisión de los medios). Sin embargo, la bendición aún puede ser un medio de gracia para aquellos que siguen la grabación más tarde, así como lo es cualquier oración. La gracia de Dios no está limitada por el tiempo. Cuando escuchamos una predicación, una enseñanza o una oración grabada a través de los medios sociales, nuestras almas pueden ser tocadas y nuestra relación con Dios y con los demás puede ser más profunda a través de la acción del Espíritu Santo.

En relación a los siete sacramentos, la Iglesia ha dejado claro que siempre requieren alguna forma de presencia física entre el ministro y el receptor. Por lo tanto, nunca pueden darse por internet, el teléfono o cualquier tipo de medio social. El Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales establece en su documento “La Iglesia e Internet” (9)

No existen los sacramentos en Internet; e incluso las experiencias religiosas posibles ahí por la gracia de Dios son insuficientes si están separadas de la interacción del mundo real con otras personas de fe […] la programación pastoral debería considerar cómo llevar a las personas desde el ciberespacio hasta una auténtica comunidad.

Un factor final para considerar deriva de otra declaración en el mismo documento (5):

Aunque la realidad virtual del ciberespacio no puede sustituir a la comunidad real e interpersonal o a la realidad encarnada de los sacramentos y la liturgia, o la proclamación inmediata y directa del Evangelio, puede complementarlas, atraer a la gente hacia una experiencia más plena de la vida de fe y enriquecer la vida religiosa de los usuarios.

Aunque existe la posibilidad de bendecir los sacramentales por Internet, por lo tanto, el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales nos brinda un recordatorio oportuno de que la interacción con las personas reales en las comunidades reales es mucho mejor que la interacción virtual o en línea.

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